Del sentido práctico
2004
Pierre Bourdieu, sostiene que “la dominación masculina tiene todas las condiciones para su ejercicio pleno” porque “La preeminencia universalmente reconocida a los hombres se afirma en la objetividad de las estructuras sociales y de las actividades productivas y reproductivas, y se basa en una división sexual del trabajo de producción y de reproducción biológico y social que confiere al hombre la mejor parte, así como en los esquemas inmanentes a todos los hábitos”
“Según Bourdieu, “El efecto de la dominación simbólica (trátese de etnia, de sexo, de cultura, de lengua, etc.) no se produce en la lógica pura de las conciencias conocedoras, sino a través de los esquemas de percepción, de apreciación y de acción que constituyen los hábitos y que sustentan, antes que las decisiones de la conciencia y de los controles de la voluntad, una relación de conocimiento profundamente oscura para ella misma”
Antes del matrimonio (la mujer kabyle) se sitúa detrás del telar, en su sombra, bajo su protección, de la misma manera que está bajo la protección de su padre y de sus hermanos; el día del matrimonio, estará ubicada frente al telar, dándole la espalda, a plena luz, y luego se sentará a tejer con la espalda hacia el muro de la luz que está detrás del telar.
La parte baja y oscura se opone también a la parte alta como lo femenino a lo masculino: además de que la división del trabajo entre los dos sexos (fundada sobre el mismo principio de división y organización del espacio) confía a la mujer la mayor parte de los objetos que pertenecen a la parte oscura de la casa, el transporte del agua, de la madera y del estiércol por ejemplo, la oposición entre la parte alta y la parte baja reproduce en el interior del espacio de la casa aquella establecida entre el interior y el exterior, entre el espacio femenino, la casa y su jardín, lugar por excelencia del haram, es decir, de lo sagrado y lo prohibido, y el espacio masculino.
Pierre Bordieu, La casa o el mundo invertido