Efigies y fantasmas
2013
Fragmentos del vídeo
El monumento –del latín monere, avisar, advertir o (hacer) recordar- es, por definición, una forma de expresión autoritaria.
A través de él, quienes tiene el poder –y esto incluye el poder de narrar, de representar a los demás, de hablar en su nombre- seleccionan qué personas o hechos son dignos y cuáles no de pasar a la historia. Pero no solamente: también de convertirse en nuestros recuerdos, en nuestra memoria.
Los monumentos son dispositivos de control social, recuerdos encubridores que operan dentro de una estrategia general de solapamiento y camuflaje de los conflictos sociales, velados por una imagen idealizada que intenta hacer pasar por beneficios colectivos y generales los intereses de los grupos dominantes.